DTH: Capítulo 58

CAPÍTULO 58: INTIMIDACIÓN

"70,000". Biyue se unió a la lucha.

"80,000". Xiang Tianku también quería las botas. Era un instrumento de tierra de rango superior bellamente decorado, raro y de buena calidad. Los discípulos y maestros de la secta apreciarían la ironía del nombre. Todos sintieron la competencia con la familia Yin de la dinastía oriental.

"90,000". Otro gran maestro luchador se unió, desanimando a muchos otros discípulos. Los grandes maestros eran extremadamente ricos. No había mucha esperanza de ganar en una batalla de riqueza con ellos.

"100.000 monedas reales". Otro discípulo interno de la secta que se sentó en la casilla número nueve llamó. Se llamaba Xiao Tian, por la introducción de Bai. Fue clasificado en la Lista de Méritos. Un verdadero discípulo que era mucho más fuerte que Fung Lie lo protegió. Pujó con éxito por algunos artículos antes, lo que indica su inmensa riqueza.

La competencia por las Botas Dragón se había intensificado.

Algunas personas comenzaron a dudar y dejaron de ofertar. "120,000". Justo cuando la oferta se estaba calmando, Xuanyuan gritó.

“Hermano Xuanyuan, has hecho tu oferta por muchos artículos y has subido el precio con éxito. La gente pagaba mucho más de lo que debería haber pagado. ¿Lo estabas haciendo a propósito? ¿Lo estás haciendo de nuevo?” Biyue sonrió con cizaña. Su discurso despertó el odio de muchas personas por Xuanyuan.

Xuanyuan ayudó a elevar el precio de los tres luchadores del reino de los grandes maestros, y a los siete discípulos internos cuando estaban a punto de obtener lo que querían.

“Me gusta presentar mis ofertas al final. Si puedo pagarlo, lo compraré. Si no puedo pagar, me doy por vencido. No lo hice a propósito. Si puede comprar un artículo o no depende de cuánto puede gastar, ¿verdad? Mis ofertas son mi estimación del valor del artículo. Solo puedo gastar el dinero que tengo y no más. Si cree que puede pagar las botas, hermana Biyue, puede hacer una oferta más alta”. Él sonrió mientras respondía.

La ira de la gente se disipó lentamente. Después de todo, de esto se trata una subasta. La oferta de Xuanyuan nunca fue irrazonable. Los que subieron su precio ya no estaban tan enojados.

Todavía algunas personas lo odiaban. También sabía que estaba pisando los dedos de muchas personas, pero no tenía miedo con la protección de la Cueva de la Luna Llena.

Xuanyuan llevaba ropa ordinaria, su colgante destruido, su espada vendida. Llevando su armadura dada por Yin Zhenluo, no necesitaba urgentemente una nueva armadura, ni un nuevo colgante. Su daga era una gran arma, pero necesitaba un par de botas nuevas. Incluso si no pudieras ganar una pelea, siempre podrías escapar. Aprendió la importancia de las botas después de encontrarse con las puntas venenosas en el nido de Mo.

“Ya veo. 130,000. Veremos cuánto dinero tienes, hermano Xuanyuan”. Biyue se rió entre dientes, con un plan asqueroso en su mente.

"140,000". Xiao Tian sonaba confiado.

"150,000". Xiang Tianku también tenía confianza.

"160,000". Otro gran maestro luchador también hizo su apuesta.

"200,000". Xuanyuan iba a conseguir el par de botas. Perder la oferta no era una opción. Podía permitirse pagar 400,000 monedas reales.

“Hermano Xuanyuan, eres odiosamente ostentoso con tu riqueza, poniendo 40,000 monedas reales. Veré cuánto puedes pagar. 210,000”. Ella se veía emocionada.

"220,000". Xiang Tianku dijo.

"230,000". Xiao Tian hizo su apuesta.

"250,000". El gran maestro perdió la paciencia y agregó 20,000 a la oferta. A menudo subía el precio al final, desanimando a las personas a seguir pujando.

“Joven maestro Xuanyuan, 280,000 monedas de rey son lo que valen las botas. Tener en cuenta”. Bai le advirtió.

Él asintió en silencio. Biyue frunció el ceño. Ella pensó que Xuanyuan no podía pagar más.

“Jajaja, hermano Xuanyuan, pensé que eras rico, pero solo estás fingiendo. ¡260,000!” Biyue se rió burlonamente.

Pero de repente, desde la casilla número seis, la voz de Xuanyuan sonó con un claro tono amenazante y un poderoso aura de muerte.

“¡300 monedas imperiales!”

La voz de Xuanyuan sonó como si viniera de las profundidades más profundas del inframundo. Todos estaban petrificados.

“¿Que es este sentimiento? Esa voz me hizo sentir como si estuviera de pie ante un dios de la muerte. ¡Es aterrador!” Un hombre gritó.

“Qué aura asesina tan poderosa. ¿Hay un poder más influyente que apoye a Xuanyuan? Ese debe ser el caso, él tiene monedas imperiales después de todo”. Pensó Xiang Tianku. También le sorprendieron las monedas imperiales. Después de reflexionar un momento, dijo: “Me rindo”.

¡Monedas imperiales! ¡Tiene monedas imperiales! Xiao Tian estaba asombrado. Había una chica de aspecto angelical sentada a su lado. Estaba asustada de su ingenio. Ella gritó: “Este Xuanyuan es tan poderoso. Debe tener un luchador imperial que lo apoye. No es de extrañar que señorita Bai lo acompañara”.

Su voz le recordó a Xiao Tian algo. También renunció rápidamente a la licitación.

Pase lo que pase, ya no tenía sentido luchar por las botas. La oferta fue mucho más alta que su valor.

“Yo también me rendiré”. El gran maestro luchador declaró. Xuanyuan había intimidado con éxito a todos los presentes en la casa de subastas.

Solo quedaba Biyue. También había una chica a su lado, pálida por el miedo. Ella dijo mientras temblaba: “Qué voz tan aterradora. Se sentía como si mi alma estuviera siendo sacada de mi cuerpo. No es de extrañar que un luchador del reino real se haga llamar sirviente de Xuanyuan. Definitivamente no es una persona común”.

Biyue se sorprendió por la información. Ella solo le pagó a la niña por la información sobre los artículos. Ella no quería saber nada sobre sus competidores, porque normalmente, nadie se atrevía a competir con ella. Lo que la chica acaba de decir inquietó a Biyue. Ella ya no era despectiva hacia Xuanyuan. La voz también la había intimidado. Sintió que su alma iba a ser destrozada.

“Me rindo”. No había razón para que ella peleara por las botas, ahora era demasiado caro.

Huayu miró a Xuanyuan con asombro. Ella también fue sacudida por su voz. Era como la voz de la muerte. ¡Tenía mucha confianza en su amenazante intento!

“Muy bien. ¡Si nadie va a presentar más ofertas, entonces las Botas Dragón pertenecen al joven maestro Xuanyuan!” La sonrisa de Huayu permaneció, despertando a todos de su sorpresa. Ella envió a una sirvienta para que le diera las botas a Xuanyuan.

“A continuación, tenemos el último elemento en el manifiesto de hoy. No sabemos cuánto vale y no podemos identificarlo. Quizás es un tesoro raro”. Después de un rato, ella dijo. Sonaba sensual y sensual otra vez. Definitivamente sabía cómo controlar la escena. Hay una buena razón por la cual el centro comercial la contrató para organizar la subasta.

Sobre la mesa se colocó una piedra negra de forma extraña, del tamaño de una cabeza humana.

“Comenzaremos a ofertar por el último artículo en 100 monedas reales”. La voz de Huayu era como la canción de un pájaro, consolando a todos. El ambiente en la subasta estaba volviendo lentamente a la normalidad.